No hay nada más divertido que cruzar por un entrelazado de cuerdas a lo Misión Imposible.
Este juego, al aire libre, puede formar parte de una etapa de una gimcana o simplemente como reto para cruzar el laberinto sin tocar cuerda alguna. Podéis hacer las variantes que se os ocurran y las normas que los niños decidan.
Algunas variantes pueden ser: pasar con un sombrero puesto y que no se caiga, pasar objetos de un lado a otro, intentar cruzarlo de dos en dos, etc.
Aspectos que ayuda a desarrollar:
Desarrollo psicomotor (coordinación, equilibrio, lateralidad...), conocimiento del medio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario